Aprovechando el señalado lanzamiento de las primeras gafas de realidad virtual diseñadas para consola (las de Sony para su Playstation 4, en este caso), con esta entrada el blog se saldrá ligeramente de la tónica habitual para hablaros sobre este nuevo periférico en detrimento del juego semanal.
Así que ahora que al fin he tenido la oportunidad de probar estas Playstation VR a conciencia para hacerme una idea lo mejor formada posible, aquí os dejo mi opinión (humilde, como siempre) respecto a este nuevo paso de coloso en el mundo de los videojuegos.
LA VISIÓN DE SONY
Sony parecía tener dos cosas claras cuando decidió apostar por su Playstation VR: lo que quería (o podía) ofrecer, y que su dispositivo no tenía ninguna posibilidad a la hora de competir con gigantes como el Oculus Rift o el HTC Vive, que cuentan con la ventaja de estar respaldados por las innegables características superiores de un PC.
En lo segundo ya están trabajando (la compañía se encuentra ya desarrollando una nueva Playstation 4 que contará, entre otras cosas, con una unidad de procesamiento gráfico más potente que ayude a aprovechar mejor las posibilidades que ofrecen las gafas) y en cuanto a lo primero es donde Sony debía echar la casa por la ventana para vendernos y convencernos.
¿Pero lo ha conseguido?
BIENVENIDOS A LA REALIDAD VIRTUAL
Las Playstation VR llegaban al fin a España este 13 de octubre con un precio de salida de 399€ (a los que hay que añadir el desembolso de alrededor de otros 100€ si no se cuenta con la Playstation Camera y los Playstation Move, indispensables para poder disfrutar de la mayoría de títulos lanzados para el dispositivo) y con un único objetivo: el de lograr sumergir a los jugadores dentro del propio juego para que estos se sientan por primera vez como el protagonista de la historia y no como su simple titiritero.
Para ello, las gafas nos ofrecen imágenes a 120Hz, un campo de visión de 100 grados (con un ángulo de 360), sonido 3D envolvente y diferentes sensores (como el giroscopio) que ayudan a que la experiencia sea lo más realista e integradora posible.
Imágenes de las Playstation VR
A esto ayuda en gran medida el magnífico control que se consigue gracias a la cohesión de todos los componentes, y que dota a cualquier juego de una sensibilidad extraordinaria a la hora de captar tus órdenes; uno de los elementos que podía flaquear con mayor facilidad pasa a convertirse de este modo en uno de sus grandes fuertes.
Y como es una reacción en cadena, la jugabilidad también se ve afectada positivamente por este hecho: es ágil, fluida y te permite disfrutar de la experiencia sin dejarte la sensación de que el juego va un paso por detrás de tus intenciones.
La inmersión es la otra gran beneficiada de estas particularidades, y si bien algunos aspectos podrían mejorarse, no cabe duda de que a la hora final la balanza se inclina con firmeza hacia el lado positivo.
En cuanto a los gráficos hay que reconocer que dejan que desear (las limitaciones de una consola, y más cuando se les da protagonismo y se incide sobre ellas como es el caso, siguen estando ahí), pero aún con esto no lo consideraría el principal fallo que personalmente le encontré al dispositivo, sino el malestar físico que pueden llegar a provocarte algunos juegos.
En mi caso, dicho malestar se hizo patente con el Until Dawn: Rush of Blood, y en mayor medida todavía con el modo VR para el Rise of the Tomb Raider.
Durante el primero experimenté un par de momentos puntuales de vértigo (puntuales y soportables) pero jugando al segundo la sensación de mareo se hizo tan intensa que me vi obligada directamente a quitar el juego. Y hay que reconocer que los avisos sobre esta posibilidad venían de lejos desde la propia compañía, pero experimentarlos en primera persona hizo que adquiriesen proporciones reales y muy a tener en cuenta, a pesar de que se dieran en solamente dos juegos de la más de decena que tuve la oportunidad de probar.
Sabiendo que son conscientes de la existencia del problema, sólo cabe esperar que también lo tengan en cuenta a la hora de desarrollar los nuevos dispositivos y juegos para ir solucionándolo poco a poco y terminar de perfeccionar del todo la experiencia.
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EL FUTURO YA ESTÁ AQUÍ
No cabía ninguna duda sobre que la conquista de la realidad virtual era la siguiente meta a alcanzar por las grandes compañías desarrolladoras de videojuegos, y con este primer adelanto en forma de las gafas presentadas por Sony menos duda cabe de que van por el camino adecuado para conseguirlo.
Así, a la espera de que las demás empresas pongan sus cartas sobre la mesa y nos muestren sus propios dispositivos, es indiscutible que las Playstation VR se han convertido ya en referente y en un valor competitivo y muy a tener en cuenta en el futuro.
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